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OTR/PRESS-LUXEMBURGO
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea hicieron ayer, un día después de los comicios con menor participación de su historia, un ejercicio poco habitual de autocrítica, al considerar que no han trasmitido correctamente a los ciudadanos la importancia de lo que está en juego y se han dejado llevar por cuestiones de índole nacional. Los resultados hacen por tanto más urgente lograr un acuerdo sobre la Constitución europea en la próxima reunión de jefes de Estado y de Gobierno del 17 y 18 de junio.

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, culpó a los partidos tradicionales por su «falta de entusiasmo» en la campaña electoral y por haber sido «un poco reticentes» a la hora de abordar una «verdadera discusión» sobre los temas europeos.

El presidente en ejercicio del Consejo de Ministros de Asuntos Generales, Brian Cowen, inició la reunión de ayer metiendo directamente el dedo en la llaga al pedir a sus colegas que levantaran la mano aquellos que hubieran ganado las elecciones europeas celebradas ayer. «Que levanten la mano los que hayan ganado las elecciones, pero los Gobiernos recientemente elegidos no», dijo al inicio de la última sesión de la Conferencia Intergubernamental (CIG). Y es que las primeras elecciones al Parlamento Europeo después de la ampliación han dado como resultado que en al menos trece de los 25 la victoria la obtuvieron los partidos de la oposición, lo que demuestra una clara «nacionalización» del debate, así como una tasa de participación del 45,2 por ciento.