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AGENCIAS-BRUSELAS
La última jornada de las elecciones al Parlamento Europeo se desarrolló con tranquilidad y unas cifras de abstención históricas en el territorio de los Veinticinco, aunque marcada en la mayoría de países por los votos de castigo a los partidos de gobierno.

Se trata del peor resultado obtenido por el SPD de la posguerra en una cita electoral a nivel nacional. Si se confirman estos datos, la CDU-CSU obtendría 50 escaños y el SPD 25, de un total de 99 con que cuenta Alemania en el Parlamento Europeo. El Partido del Socialismo Democrático (PDS), heredero de los comunistas de la RDA, que hace cinco años entró por primera vez en el Parlamento Europeo, lo vuelve a conseguir al lograr un 6 por ciento de votos.

La media de participación en las elecciones al Parlamento Europeo en los 25 países miembros fue del 44'2%. En las anteriores elecciones al PE, celebradas en 1999, la tasa de participación fue del 49'8% en una UE de 15 miembros. En el caso de los antiguos 15 países de la UE, la participación ha sido del 47'7%, mientras que en los 10 nuevos fue del 28'7%, según los datos del Parlamento.

Sin embargo, destaca especialmente la «nacionalización» de la jornada, debido en ocasiones a la coincidencia con comicios nacionales, regionales o locales y en otras a la propia política interna que lleva a que estas elecciones se vean como un castigo o una reválida del partido de Gobierno.

Así, en Alemania el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Gerhard Schröder obtuvo un 22'9 por ciento de los votos, frente a un 46'5 por ciento de sus rivales democristianos de la CDU-CSU.