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TOMÀS FERNÀNDEZ-LOS ÀNGELES
Los restos del ex presidente Ronald Reagan tendrán funerales de Estado el próximo viernes, tras recibir el homenaje de California y Washington, y serán enterrados ese mismo día en la biblioteca-museo que lleva su nombre. El objetivo de su familia es que Reagan, muerto el sábado a los 93 años en su casa de Los Angeles, reciba el homenaje de Estados Unidos, cuyos ciudadanos lo consideran como uno de sus presidentes más importantes. Ayer ya miles de estadounidenses rendían tributo al ex presidente frente a su casa y en la funeraria.

Ese mismo día, los restos del ex presidente volverán a California, para ser enterrados al atardecer en su biblioteca museo en una ceremonia privada «con la asistencia de familiares y amigos», explicó Drake. El lugar elegido por el propio Reagan para su sepultura, en lo alto de las colinas de Simi Valley, a unos 30 kilómetros de Los Angeles, de cara al mar y rodeado de robles.

El féretro con los restos del ex presidente será expuesto hoy y mañana en la biblioteca-museo Reagan de Simi Valley (California), para que los ciudadanos acudan a despedirse, anunció ayer Joanne Drake, jefa de la oficina del fallecido mandatario. Drake explicó el programa y algunos de los detalles de las exequias por Reagan.

El miércoles, el féretro será trasladado a Washington por avión. El féretro será expuesto al público en la tarde del miércoles y todo el jueves en la Rotonda del Capitolio, sede del Congreso. El viernes habrá un funeral de Estado en la Catedral Nacional de Washington en el que intervendrá el presidente George W. Bush.

El sello presidencial grabado en bronce ha marcado durante años el emplazamiento de una última morada, donde una losa de piedra caliza sellará para siempre la vida de uno de los presidentes más populares en Estados Unidos. Un fragmento del Muro de Berlín, cuyo derribo fue una consecuencia de la política de Reagan de aplicar mano dura al comunismo soviético, dará sombra a la sepultura.