George Tenet (izquierda), estará al frente de la CIA hasta el 11 julio y será reemplazado por su 'número dos', John McLaughlin (derecha), hasta hallar a un sustituto permanente.

TW
0

RAFAEL CAÑAS-WASHINGTON
El presidente George W. Bush anunció ayer en la Casa Blanca que aceptaba la dimisión que le había presentado Tenet por «razones personales», pero en Washington hubo casi unanimidad acerca de que Irak ha sido la tumba política del responsable de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Tenet se reunió con Bush en la Casa Blanca para comunicarle su dimisión. «Siento que se marche. Ha hecho un trabajo estupendo», declaró el presidente en una breve declaración antes de partir para una gira por Europa.

El anuncio coincide con un mal momento para el presidente, quien en los próximos días tratará de lograr el apoyo de los principales países europeos y líderes del Grupo de los Ocho (G8, naciones más industrializadas y Rusia) para su nueva estrategia en Irak. El portavoz presidencial, Scott McClellan, aseguró que «fue una decisión de Tenet», en referencia a que no se pidió ni se sugirió su renuncia. Bush afirmó que Tenet «ha sido un líder sólido y capaz en la agencia y le voy a echar de menos».

Tenet, con el que el presidente despachaba casi a diario, era en su calidad de responsable de la CIA, director Nacional de Inteligencia, el coordinador de los demás organismos de espionaje civiles y militares del país. El director de la CIA permanecerá en su cargo hasta el 11 julio, cuando será reemplazado de forma interina por su «número dos», John McLaughlin, hasta que se le encuentre un sustituto permanente.