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AGENCIAS-BRUSELAS
El presidente libio, Muamar Gadafi, inició ayer una histórica y pintoresca visita oficial a las instituciones europeas en la que describió a la 'nueva' Libia como «un ejemplo» y un «líder de paz», pero en la que no ahorró una velada advertencia «a América y Europa» para que no la «fuercen» a volver a «los cinturones explosivos».

En su primera comparecencia ante la prensa durante la visita de dos días que ayer comenzó en Bélgica y a las instituciones europeas -la primera que realiza fuera de Africa y Oriente Medio desde 1989-, Gadafi resaltó que su país ha renunciado voluntariamente al desarrollo de armas de destrucción masiva, lo que supone un primer paso en su acercamiento a la comunidad internacional.

El coronel pactó con el presidente de la CE, Romano Prodi, la candidatura libia al proceso de cooperación entre la UE y el Mediterráneo.

Tras reunirse con miembros de la Comisión Europea, Muamar el Gadafi expresó su compromiso de integrarse en el proceso de Barcelona, que rige las relaciones de la UE con los socios del Mediterráneo, pero a su vez demandó la ayuda europea en asuntos como la inmigración o la modernización de las instalaciones de gas y petróleo.

«Europa necesita esas importaciones y nosotros necesitamos compañías europeas y americanas para modernizar nuestras instalaciones de gas y petróleo», así como para establecer conexiones en electricidad, gasoductos y oleoductos entre Europa y Africa.

Gadafi insistió en que «tenemos una oportunidad histórica para una paz histórica» y recordó que ha dicho a los estadounidenses y a Europa, «confiadamente y en voz alta, que no deberíamos perder esta oportunidad». Igualmente señaló que no puede haber ni proceso de Barcelona, ni cooperación euro-mediterránea sin Libia.