Un soldado estadounidense inspecciona el vehículo que hizo explosión en Samarra y que dejó al menos cuatro muertos y una treintena -todos ellos iraquíes- de heridos.

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EFE/FRANCE PRESS
En declaraciones a la prensa estadounidense desde Tblisi, donde asiste a la toma de posesión del presidente georgiano Mijail Saakashvili, Colin Powell fue preguntado acerca de las afirmaciones del hasta ahora jefe de los inspectores de armamento de EEUU en Irak, David Kay, quien aseguró que esas armas no existen.

Mientras, Irak y las fuerzas militares estadounidenses de la coalición presentes en el país árabe vivieron ayer una nueva jornada sangrienta. Tres atentados con bomba en las ciudades de Samarra, Faluya y Jaldiya terminaron con la vida de cinco soldados norteamericanos y cinco iraquíes.

«La respuesta a esa pregunta es que todavía no sabemos», respondió Powell. Según él, los servicios secretos de EEUU habían estado en lo cierto al apuntar la intención del régimen de Sadam Husein de producir armas no convencionales. No obstante, matizó que «teníamos preguntas que necesitábamos aclarar».

«¿Qué había? ... ¿Cien toneladas, quinientas toneladas, o cero toneladas? ¿Había tantos litros de ántrax, diez veces esa cantidad o no había nada?», se preguntó.

El 4 de febrero del año pasado, Powell acudió a la ONU para presentar lo que, según Washington, constituían pruebas contundentes acerca de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, uno de los principales argumentos del Gobierno para justificar la guerra contra el país árabe.

En sus primeras declaraciones tras su dimisión, Kay indicó el viernes que no cree que haya armas prohibidas en Irak y ha apuntado que los datos que se manejaban correspondían a 1991, durante la guerra del Golfo.

Al menos cuatro personas murieron y una treintena -todas ellas iraquíes- resultaron heridas al estallar una furgoneta-bomba junto al tribunal de Samarra, en el norte de Irak, según un balance de fuentes militares y hospitalarias. El vehículo hizo explosión poco antes de las 10:30 -hora local- (las 08:30 en Balears).

La bomba había sido colocada en el interior de una furgoneta Toyota aparcada junto al edificio y fue detonada al parecer con un mando a distancia, de modo que no hay evidencias de que se haya podido tratar de un ataque suicida.