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JOAQUÍN RÀBAGO-DAVOS
El vicepresidente de EEUU, Richard Cheney, pidió ayer desde Davos un mayor esfuerzo militar para hacer frente al terrorismo y, dirigiéndose en concreto a los países del Viejo Continente, les recordó la necesidad de disponer de más tropas europeas susceptibles de despliegue ante un conflicto. «Hay que hacer frente a las amenazas de hoy antes de que lleguen a nosotros», dijo un Cheney firme y desafiante en un esperado discurso ante el Foro Económico Mundial. «América quiere la Europa más fuerte posible», agregó el más poderoso vicepresidente de la historia de EEUU, quien dirigiéndose a los europeos, les dijo que una de las prioridades es una más estrecha cooperación y reparto mayor de tareas entre la UE y la OTAN. «Los europeos no deben verse obligados a elegir entre sus vocaciones europea y atlántica», insistió.

En alusión a la aspiración sobre todo de París y Berlín de crear una fuerza continental más independiente, Cheney dijo que ninguno de nosotros puede permitirse «desperdiciar, duplicar esfuerzos o embarcarse en una competición». En un tono de no estar dispuesto a admitir ninguna crítica por la guerra de Irak, Cheney trazó un panorama optimista de los progresos que, según él, se están logrando ya en Irak y, olvidando el caos reinante, dijo que los iraquíes se han visto liberados de un régimen tiránico y de terror.

Cheney pidió a los europeos en particular a unirse a EEUU en el esfuerzo común para combatir al terrorismo y a los regímenes que lo apoyan y dijo que Europa no puede sobrevivir como un enclave de paz rodeado de un mar de fanatismo.

El vicepresidente abogó por mantener la alianza transatlántica «fuerte y cooperativa en todos los frentes» y destacó el papel de los aliados europeos como España, el Reino Unido, Polonia e Italia en el envío de tropas a Irak, pero agradeció también el esfuerzo de Japón, Honduras, República Dominicana y Nicaragua.