Una de las víctimas del atentado contra el consulado británico en Estambul. Foto. HURRIYET/AP

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DOGAN TILIC-ANKARA
El cónsul general del Reino Unido, Roger Short, figura entre las víctimas de la explosión registrada a escasos metros de la sede diplomática, situada en el barrio de Beyoglu, según confirmaron fuentes del Consulado. Dos guardias de la legación diplomática resultaron muertos en el atentado, que según el canal de televisión turco NTV tuvo lugar cuando una furgoneta de color rojo, al parecer conducida por un suicida, hizo explosión cuando Short entraba en el edificio. Otras dos explosiones tuvieron como blanco una sucursal de la entidad bancaria de capital británico HSBC en el concurrido barrio comercial de Lavant, que quedó totalmente destrozada. El gobernador de Estambul, Muammer Guler, afirmó que se ha identificado a quince de las víctimas mortales de los dos ataques, todas ellas ciudadanos turcos.

El Gobierno de Ankara considera que su país se enfrenta «a una campaña terrorista organizada», según su ministro de Exteriores Abdula Gul, después de que Estambul, la segunda ciudad del país, sufriera varios atentados en los últimos cinco días. «No importa que los objetivos fuesen sinagogas, el Consulado Británico o el HSBC. Los ataques tuvieron lugar en Turquía y su blanco es este país», agregó Gul a su llegada esta tarde a Turquía procedente de Estocolmo. El Frente de Combatientes Islámicos del Gran Oriente (FCIGO), en una llamada a la agencia semi oficial Anatolia, se responsabilizó de las explosiones de ayer «en nombre del FCIGO y de Al Qaeda». El mismo grupo había reivindicado los atentados perpetrados el pasado sábado contra dos sinagogas de Estambul -la Neve Sahlom y Beit Israel, en explosiones que causaron la muerte de 17 personas y heridas a 250-, pero entonces las autoridades no dieron credibilidad a la llamada. Según las autoridades, es más verosímil que tanto los atentados de ayer como los del pasado sábado lleven la firma de Al Qaeda.

Sin embargo, el número de muertos podría aumentar en las próximas horas debido a la gravedad de las heridas de los afectados, doce de los cuales estaban siendo sometidos a operaciones quirúrgicas a primera hora de la noche. Las fuerzas de seguridad turcas han declarado el máximo estado de alerta en las principales ciudades del país, donde se han desplegado cientos de policías para proteger representaciones diplomáticas extranjeras y entidades bancarias.

Todas las sedes del HSBC en Turquía han cerrado sus puertas, al igual que muchas instituciones extranjeras, entre ellas el Instituto de Enseñanza Secundaria estadounidense, el Centro Cultural Británico y una escuela alemana. El Consulado de EEUU en Estambul fue clausurado al público en previsión de nuevos ataques, mientras que los trabajadores de instituciones norteamericanas en la ciudad de Izmir, la tercera del país, fueron enviados a sus casas.