Los chiíes se manifestaron a las puertas de donde estaban reunidos los partidos de la oposición iraquí con dirigentes estadounidenses, al no sentirse representados.

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FRANCE PRESS-BAGDAD
Estados Unidos patrocinó ayer en Bagdad una reunión política consagrada a la era post Sadam, en la que participaron 250 personalidades iraquíes, y en la que los participantes han decidido celebrar un «congreso general nacional» en el plazo de un mes para fijar las reglas de formación de un gobierno provisional, en una resolución adoptada al final de la reunión. Al mismo tiempo, miles de manifestantes chiíes reivindicaron un papel representativo para sus líderes religiosos.

«Es nuestra responsabilidad poner en marcha, aquí y hoy, el proceso de democratización en Irak», declaró el administrador civil estadounidense de Irak, el general Jay Garner, en la apertura de la reunión. «Es nuestro deber daros los utensilios y los medios necesarios» para reconstruir Irak, añadió Garner, que presidió la reunión, a la que fueron invitados representantes de diferentes grupos tribales del país, miembros del Congreso Nacional Iraquí (CNI) de Ahmed Chalabi, chiíes de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica en Irak (ASRII) con sede en Irán, así como representantes los dos principales partidos kurdos de Irak, la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y por último, el Consejo Supremo de la Revolución Islamica en Irak.

Unos 250 responsables políticos que asistieron a la reunión en Bagdad decidieron que se llevará a cabo un «congreso general nacional» -que probablemente se celebrará en Bagdad- en el plazo de un mes para fijar las reglas que permitirán la formación de un nuevo Gobierno de transición. Asimismo, aprobaron otra resolución en la que otorgan a las fuerzas de la coalición la responsabilidad de mantener la seguridad en el territorio iraquí.