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El inesperado regreso de dos soldados de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) desde Irak ha causado confusión en el Reino Unido, donde sus abogados dicen que han sido repatriados porque se negaron a luchar en una guerra contra civiles inocentes.

El ministerio de Defensa ha desmentido que la negativa a combatir sea la razón de su regreso y ha manifestado que «no existen pruebas de que nadie haya sido repatriado por negarse a luchar».

Sin embargo, el abogado implicado en el caso de estos militares -al parecer, un técnico y un soldado raso de la 16 Brigada Aérea de Asalto- ha asegurado que «se opusieron a luchar en una guerra que implica matar a civiles».

Este letrado, que no se ha identificado con el fin de proteger a sus defendidos, se puso en contacto con la organización Forces Law, con sede en el Sur de Inglaterra y que ofrece asistencia legal a los militares en todo el mundo.

El director de esa asociación, Hugheston-Roberts, explicó que, por lo que sabe, «ambos soldados dijeron a sus comandantes que no iban a luchar en una guerra que conllevara la muerte de civiles inocentes».

Hugheston-Roberts confirmó «la intachable reputación» del abogado que lleva el caso y reveló que la organización que dirige también ha recibido «varias llamadas de soldados que quieren irse».

Si, efectivamente, los dos soldados, que ahora están de vuelta en sus unidades, se negaron a combatir en Irak, podrían ser expulsados de las Fuerzas Armadas o tener que enfrentarse a un tribunal militar.

En otro orden, unidades del Ejército iraquí y fuerzas tribales han sitiado a un grupo de soldados estadounidenses que fueron lanzados en paracaídas en la zona de Nenuva, cerca de Mosul, unos 400 kilómetros al Norte de Bagdad, según la cadena de televisión «Al Yasira».

El corresponsal de la cadena, Mohamed Jer Al Burini, no dijo el número exacto de soldados de EEUU que están rodeados, pero señaló que fueron lanzados junto con equipamiento militar para reforzar la presencia militar de EEUU en esta zona del Norte iraquí.

La semana pasada, mil paracaidistas de EEUU desembarcaron en el Kurdistán iraquí para preparar la apertura de un nuevo frente en el Norte como parte de la ofensiva bélica que desarrolla actualmente la coalición de este país y Reino Unido contra Irak.