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EFE-FRANCE PRESS
Miles de personas participaron ayer en los funerales por las trece víctimas de la última incursión israelí en Gaza, mientras que Israel ha cerrado sus fronteras e impuesto el toque de queda en Cisjordania y Gaza para impedir la entrada de palestinos durante el proceso electoral que culmina mañana martes y en el que el primer ministro Ariel Sharón parte como claro favorito.

«Venganza, venganza», «Responderemos en Tel Aviv», gritaban los participantes mientras hombres armados disparaban al aire y aseguraban que Ariel Sharón nunca «quebrantará» su espíritu de lucha contra la ocupación militar. La operación israelí, en la que participaron decenas de carros combate y vehículos blindados, apoyados por helicópteros «Apache», se prolongó durante más de ocho horas y dejó el barrio en una completa desolación, según testigos.

A esas trece muertes se sumó en la tarde de ayer la de un niño de siete años que murió en el campo de refugiados de Al Brazil, cuando jugaba con su hermano y soldados israelíes abrieron fuego en la zona. El hermano, de cinco años, resultó con heridas graves. En lo que ya es parte de un ritual, decenas de miles de palestinos participaron en los funerales por las trece víctimas de la incursión en la madrugada de ayer en el barrio de Zeitún, en Gaza capital.

Los participantes llevaron a hombros los cadáveres, que iban amortajados y cubiertos con la bandera verde islámica, y al grito de «Alá u-Akbar» (Dios es el más grande) y otros lemas nacionalistas los trasladaron a los cementerios. La incursión israelí en el humilde barrio de Zeitún ha sido calificada por testigos y expertos como la de mayor envergadura que el Ejército judío lanza en la franja de Gaza desde que comenzó la Intifada de Al Aqsa, en septiembre de 2000, y por derivación desde 1994, cuando ese territorio quedó adscrito al régimen de autonomía palestina previsto en los Acuerdos de Oslo.

Su objetivo era «golpear» uno de los bastiones del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS), que se ha responsabilizado de una buena parte de los atentados suicidas ocurridos en los últimos tiempos en Israel. «En las últimas semanas, y particularmente este último fin de semana, hemos visto un incremento en los intentos de las organizaciones terroristas para atacar a Israel», dijo ayer el ministro israelí de Defensa, Saúl Mofaz. Por otra parte, un asno que transportaba una bomba explosionó ayer por la mañana cerca de un autobús israelí en Cisjordania, sin que se produjeran heridos, según anunciaron fuentes cercanas a los colonos israelíes. El atentado se produjo cerca de la localidad de Al Jader, en la región de Belén.

Entretanto, y con motivo de las elecciones del próximo martes, Israel ha anunciado el cierre de sus fronteras con Gaza hasta pasado el proceso electoral, que hoy entra en su jornada de reflexión. La medida restrictiva será aplicable también en los territorios de Cisjordania, donde el Ejército ha impuesto el toque de queda durante tres días, ante la ausencia de una frontera que separe Israel de esa zona palestina.