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EFE-WASHINGTON/BAGDAD El presidente de EE UU, George W. Bush, dijo ayer que el líder iraquí, Sadam Husein, es «un peligro para sus vecinos, para el mundo», mientras el Pentágono da más ímpetu al desplazamiento de fuerzas militares estadounidenses al Golfo.

A un mes de que los inspectores de Naciones Unidas presenten su informe sobre el armamento de Irak, Bush dijo en su alocución radial de los sábados, desde su rancho en Crawford (Texas), que «Irak es un peligro de violencia catastrófica».

Si Irak no cumple de manera que satisfaga a EE UU con las exigencias de desarme de la ONU, «por el bien de la paz», Washington irá a la guerra, señaló Bush. «La guerra contra el terrorismo requiere que enfrentemos el peligro que presentan Irak y sus armas de destrucción masiva», agregó.

Esta semana, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, firmó una orden que elevará de unos 60.000 a unos 100.000 la cifra de soldados estadounidenses emplazados en el Golfo hacia finales de enero.

El diario «The Washington Post» indicó ayer que el documento que firmó Rumsfeld «identifica una gama de fuerzas y capacidades "tales como unidades de infantería mecanizada, aviones para reabastecimiento de combustible en vuelo e instalaciones médicas" que se enviarán a Kuwait, Qatar, Bahrein y otras naciones del Golfo». La Marina de Guerra, por ejemplo, emitió ayer órdenes de «preparación para el desplazamiento» de dos portaaviones con sus grupos de batalla y activó el buque hospital «Comfort», con 1.000 camas.

Mientras, Irak entregó ayer a la ONU una lista con los nombres de los científicos iraquíes vinculados con los programas de armas de destrucción masiva de Bagdad, mientras advirtió de que combatirá «calle a calle» si EE UU decide invadir el país. Según el portavoz de los inspectores de la ONU en Irak, Hiro Ueki, la lista incluye nombres de más de 500 especialistas en armas biológicas, químicas y en programas de misiles balísticos de largo alcance.