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EFE-BAGDAD/WASHINGTON
El vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan, acusó ayer a los inspectores de la Organización de Naciones Unidas en desarme, que se encuentran en la zona, de ser espías que trabajan a favor de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) y de los servicios secretos israelíes del Mosad, y afirmó que sus actos tienen en realidad como objetivo facilitar un ataque estadounidense contra Irak.

«Su trabajo es de espionaje en beneficio de la CIA y del Mosad», declaró Yassin Ramadán refiriéndose a los expertos de desarme, durante una reunión que mantuvo en la ciudad de Bagdad con una delegación de parlamentarios iraquíes. «Los inspectores no han venido para asegurarse de que Irak no tiene armas de destrucción masiva, sino que lo han hecho para proporcionar mejores condiciones e informaciones más precisas para el ataque que se avecina» contra Irak, declaró Ramadán en su parlamento.

Por otra parte, Estados Unidos tiene el apoyo de «un elevado número» de aliados en caso de que decida usar la fuerza contra Irak, según aseguró ayer el subsecretario de Defensa norteamericano, Paul Wolfowitz, quien precisó que su país consideraría un acto de «no cooperación» el hecho de lanzar un anuncio de Bagdad de que carece de armas de destrucción masiva.