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FRANCE PRESS/EFE-BAGDAD
Nada hace suponer que el jefe del Estado estuviera presente en el Palacio Al Seyud mientras se efectuaban las inspecciones, las primeras que se llevan a cabo en una sede presidencial desde el llegada de los expertos, el pasado 27 de noviembre. Los inspectores se presentaron hacia las siete de la mañana (hora española), a bordo de seis vehículos de la ONU, ante las puertas del palacio, donde se les permitió acceder al interior tras unos instantes de dudas. «Entraron en todas las habitaciones e inspeccionaron las zonas de servicio y los edificios principales», declaró a la prensa un responsable iraquí del Organismo Nacional de Control, que acompañó a los inspectores durante dos horas.

La inspección de las sedes presidenciales se convirtió en uno de los principales puntos de fricción entre Bagdad y la anterior misión de la ONU, la UNSCOM, que trabajó en el país entre 1991 y 1998. Bagdad había firmado un memorándum con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en febrero de 1998, sobre los procedimientos de inspección en los lugares llamados «delicados», como eran los palacios presidenciales. Este acuerdo ha sido superado por la resolución 1441 del pasado 8 de noviembre, que refuerza sensiblemente el mandato de los inspectores y exige a Irak que permita el acceso «inmediato y sin restricciones» a todas los lugares.

Horas después de las inspecciones en el palacio de Al Seyud, el Gobierno de Irak dio su pequeña campanada del día al anunciar que el próximo 7 de diciembre hará pública su declaración sobre su arsenal de armas de destrucción masiva, un día antes de la fecha tope impuesta para ello por el Consejo de Seguridad. «Como prevé la resolución 1441, vamos a facilitar nuestra declaración a tiempo, el 7 de este mes, y los miembros de la COCONIVU (Comisión de Control, Verificación e Inspección de Naciones Unidas) y de la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica) la trasladarán a Nueva York y a Viena», declaró el responsable del Organismo Nacional de Control, general Hosam Mohamed Amín.