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EFE-RAMALA Un funcionario irlandés de Naciones Unidas y un niño palestino de 11 años resultaron muertos ayer en el campo de refugiados de Jenin durante una amplia invasión del Ejército israelí en Cisjordania y la franja de Gaza. Ian Hook, de 50 años, funcionario del Organismo de Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), se encontraba en el campo de Jenín cuando fue alcanzado por disparos, sin que hasta el momento se conozcan detalles del suceso. Sólo se sabe que Hook se encontraba en la sede de UNRWA en el norte del campamento de refugiados cuando recibió los balazos.

Asimismo, el Ejército israelí mató en el mismo campo a Muhamad Bilalu, de once años, alcanzado en la cabeza por un disparo de bala. El alcalde de Jenin, Haider as-Shed, comunicó que alrededor de veinte tanques y carros blindados israelíes entraron por la mañana en la localidad y concentran sus actividades en el campo de refugiados. Mientras, El Ejército israelí, impotente contra los suicidas islámicos, volvió a ocupar en la madrugada de hoy viernes, a un mes de la Nochebuena en Belén, la Ciudad de la Natividad, situada 8 kilómetros al sur de Jerusalén. Según fuentes de Belén, alrededor de 100 tanques y carros blindados invadieron la ciudad sin resistencia de parte de los palestinos.

Uno de los primeros objetivos de las tropas fue cercar la Plaza del Pesebre y la explanada delante de la Basílica ortodoxa de la Natividad y la contigua iglesia católica de Santa Catalina. El Ejército declaró la localidad zona militar cerrada, impuso un estricto estado de sitio y busca casa por casa a unas treinta personas, que según las autoridades israelíes están implicadas en el atentado de ayer. Las tropas israelíes han arrestado hasta el momento a más de cincuenta palestinos desde que entraron en esa localidad está madrugada, entre ellos, según la radio pública israelí, el planificador del atentado.