El ejército lleva a cabo registros casa por casa.

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AGENCIAS-HEBRÓN Al igual que en ocasiones anteriores, unidades de infantería, apoyadas por tanques y blindados, peinaron estos barrios en busca de militantes y simpatizantes de las organizaciones islamistas. Al menos cuarenta varones de entre 18 y 45 años fueron arrestados durante las primeras horas de la operación. El Ejército realiza registros casa por casa, entre el temor de los habitantes de la «Ciudad de los Patriarcas», quienes permanecen atrincherados en sus casas bajo un severo toque de queda y guarecidos de la ira de los colonos que pueden tomar la revancha por sus muertos. Sharón tenía previsto reunirse anoche con su gabinete de crisis para estudiar la respuesta al ataque.

Israel reconoció ayer que el ataque palestino en Hebrón ha supuesto un fracaso militar para el Ejército ya que se perpetró por un pequeño comando de la Yihad Islámica, en zona bajo control israelí en la que los soldados cayeron en una emboscada mortal. Así lo reconoció el coronel de la Brigada Nahal, Noam Pibon, que calificó la operación palestina, en la que 9 militares israelíes y tres colonos resultaron muertos, además de otros quince heridos, como «un ataque masivo a quemarropa».

Analistas israelíes aseguran que el ataque palestino constituye el primer gran revés para uno de los favoritos del primer ministro, Ariel Sharón, el nuevo ministro de Defensa, Shaul Mofaz, quien fuera jefe de las Fuerzas Armadas durante la sangrienta invasión de Cisjordania en abril. El coronel Pibon admitió que los colonos que acudían a rezar a la «Tumba de los Patriarcas» cuando fueron emboscados, repelieron el ataque junto al Ejército. Tres casas palestinas, donde supuestamente se refugiaron los atacantes de la Yihad Islámica, han sido arrasadas por el Ejército de Israel en las últimas horas y quince palestinos han quedado en la calle, los únicos que, junto a los colonos, ayer osaban violar el toque de queda.