TW
0
AGENCIAS-BRASILIA El presidente electo de Brasil, Luis Ignacio 'Lula' da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), repitió ayer todos sus compromisos de campaña en su primer discurso tras ganar la segunda vuelta de las elecciones de este domingo prometiendo ser «el presidente de todos los brasileños». El ex sindicalista admitió que tendrá una «dura travesía», pero garantizó que su futuro Gobierno, que arrancará el 1 de enero de 2003, honrará todos los compromisos internacionales vigentes, mantendrá la lucha contra la inflación, además de promover la responsabilidad y la austeridad fiscal.

El nuevo presidente de Brasil, que obtuvo el 61'3 por ciento de los votos válidos (52'7 millones de sufragios), ofreció su primer discurso ante unos 300 periodistas y corresponsales extranjeros a través de un mensaje leído, en el que se comprometió a reducir «de forma segura» la actual vulnerabilidad de la economía brasileña de los capitales externos, que consideró un «factor crucial» de la turbulencia financiera que ha sufrido el país en los últimos meses.

«Nuestro Gobierno honrará los compromisos, no descuidará el control de la inflación y mantendrá una postura de responsabilidad fiscal», aseguró en un discurso de unos 18 minutos de duración, en el que, sin embargo, advirtió de que no hay «pases de magia» ni «soluciones milagrosas» para resolver «de la noche al día» la «tamaña deuda social» que posee Brasil. Con el objetivo de ser «el presidente de todos los brasileños», 'Lula' aseguró que pretende hacer un Gobierno «amplio y democrático» para rescatar la deuda social del país.

El sucesor del presidente saliente, Fernando Henrique Cardoso, volvió a predicar la adopción de un «otro modelo economico y social» con el objetivo de reanudar el desarrollo y el empleo. Asimismo, destacó que su Gobierno activará la construcción civil y buscará un superávit en la balanza comercial aún superior a los 10.000 millones de dólares previstos por el actual gabinete económico, al tiempo que anunció que la creación de empleos será su «obsesión» y que asegurar inversiones de empresas que puedan garantizar el crecimiento sostenido serán «sus objetivos».