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Wall Street no tuvo más remedio que aceptar la victoria del candidato de izquierdas Luiz Ignacio Lula da Silva en las elecciones de Brasil, aunque ayer aún mostraba nerviosismo por la posibilidad de que el nuevo gobierno revierta la línea económica neoliberal del país más grande de Latinoamérica. Horas después de conocerse los resultados de las elecciones brasileñas, los mercados mostraban confusión y el índice Ibovespa perdía un 0'2 por ciento a 9.999'54 puntos, mientras que la moneda nacional, el real, se debilitaba frente al dólar y se cotizaba a 3'785, comparado con el cierre de 3'730 dólares del viernes.

Wall Street se había mostrado inicialmente reticente a una victoria de Lula, pero cuando era evidente que iba a ganar, hubo un cierto cambio de actitud que permitió en los últimos días un alza en el mercado de los bonos y un ligero avance del real ante el dólar. «El mercado empezó a aumentar su nivel de apoyo, ya que vio una serie de signos positivos en Lula como su compromiso a mantener una disciplina fiscal y su respaldo a una política de ajuste monetario», manifestó Robert Berges. Lula será el primer presidente de la clase trabajadora que tiene Brasil, que en sus 17 años de democracia el país ha sido liderado por la clase dirigente rica.