La Gran Manzana se tiñe de luto

«Hoy somos una nación en luto, otra vez hoy somos una nación en luto "dijo Bloomberg". De nuevo hoy tenemos en nuestro corazón y en nuestras mentes a los que perecieron hace un año y también a los que trabajaron para superar el caos». Tras Bloomberg tomó la palabra el gobernador de Nueva York, George Pataki, para leer unos párrafos del discurso de Gettysburg que pronunció en 1863 el presidente Abraham Lincoln, después de que se acordara que no hubiera discursos políticos en la ceremonia.

El ex alcalde de Nueva York Rudolph Giualini, que destacó por su entereza y carácter durante los días posteriores al atentado, inició la lectura de los nombres de los víctimas por orden alfabético, con el sonido de un violonchelo de fondo. Giuliani leyó los primeros nombres, entre ellos el del español Edelmiro Abad, y fue seguido por otras personalidades, entre ellas el secretario de Estado, Colin Powell, y la senadora Hillary Clinton, hasta completar toda la lista de fallecidos oficiales.

Al mismo tiempo, los familiares de las víctimas descendieron por primera vez la rampa que conduce al gran agujero en que han quedado las bases de las Torres Gemelas, y depositaron rosas rojas en el círculo central que serán conservadas para la posteridad.

Antes de esta ceremonia, cinco agrupaciones de gaiteros y tambores con un total de unos 400 miembros de las instituciones que participaron en el rescate y salvamento de las víctimas desfilaron desde los distintos barrios de la ciudad para concentrarse en la «zona cero». Lentamente y con solemnidad, las bandas de música partieron desde Manhattan, Bronx, Brooklyn, Queens y Staten Island a la 01.00 hora local (05.00 GMT), arropadas por neoyorquinos que salieron a su paso con banderas norteamericanas.