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EFE-BAGDAD La prensa oficial iraquí apareció ayer plagada de imágenes de los atentados del 11 de septiembre y una idea reiterada: «Estados Unidos no ha aprendido la lección de un castigo enviado por Dios». La portada más llamativa es del semanario Al-Ilam, controlado por el Gobierno y que publica un fotomontaje en el que se ve al organizador de los atentados, Osama Bin Laden, con la cabeza del presidente de EE UU, George W. Bush, en la palma de la mano.

«Los atentados del 11-S son una evidencia del fracaso de Estados Unidos», dice su titular, que aparece junto a la palabra Al Qaeda, resaltada en rojo y entre signos de admiración. «La insistencia de la Administración estadounidense en usar la fuerza contra otros pueblos, junto a sus absurdas amenazas contra el paciente Irak, constituyen la evidencia de que la Casa Blanca no ha aprendido la lección de la catástrofe del 11 septiembre», escribe a continuación Al-Ilam en su editorial.

La revista Al-Iqtisadiya, la de mayor difusión, titula, por su parte, «11 de septiembre. Un castigo de Dios», mientras que para el diario gubernamental «Alif Baa» los atentados de hace un año «revelaron la auténtica cara de Estados Unidos».

«Demostraron que el poder que Washington ha tratado de desarrollar en los últimos 50 años se desvaneció en cuestión de minutos», añade el rotativo, que dedica a los atentados cinco páginas a color.

Sus columnas de opinión tienen cabeceras tan variadas como «EE UU se prendió fuego a sí mismo», «Un año después, ¿hacia dónde se dirige EE UU?» y «¿Quién estuvo detrás del suceso?», este último el término habitual que emplea el régimen para aludir a los ataques.