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El ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, reveló esta noche que los «barriles» que el Ejército interceptó la pasada madrugada en aguas del mar Mediterráneo y que decidieron a Israel a lanzar una vasta operación militar en el sur de Gaza, no eran sino «neveras». Fuentes militares confirmaron la información del ministro de Defensa y agregaron que «el Ejército no tiene indicios de que las neveras contuvieran armamento como se creyó en principio», según la radio pública. Ben Eliezer anunció la sorprendente información en un foro de allegados con los que se reunió en Jerusalén.

El Ejército informó esta de que fuerzas terrestres habían «frustrado un nuevo intento de contrabando de armas por parte de los palestinos» y por ello lanzó una operación por tierra, mar y aire, que ha puesto en peligro el acuerdo «Gaza, primero» para la retirada de las tropas israelíes de los territorios palestinos. El Ejército israelí lanzó un ataque en el que participaron carros blindados, helicópteros «Apache» y navíos de guerra que dispararon sus cañones contra las neveras, tras descubrir supuestos toneles flotantes en el mar. Fuentes israelíes habían informado incluso de que uno de los barriles explotó tras ser alcanzado por los disparos de una de las patrulleras.

Fuentes palestinas afirmaron que las patrulleras dispararon también contra el barrio de Sudanie y que once tanques tomaron posiciones en la entrada del término municipal de Gaza y que lanzaron proyectiles incesantemente contra los supuestos barriles. La «guerra de las neveras» ha constituido la mayor operación militar israelí en la Franja de Gaza en los últimos meses. Se trata de la mayor operación militar llevada cabo por Israel en la Franja de Gaza desde septiembre del 2000 y una vez finalizada, fuentes israelíes reconocieron en un principio que fueron recogidos 20 barriles y un número indeterminado fueron explosionados en el mar.

Horas antes del ejercicio militar, un proyectil de mortero hacía blanco sin consecuencias en el tejado de una casa del asentamiento judío de Gush Katif en la Franja de Gaza. Un «grave incidente» que; en esos momentos, sirvió de argumento al ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer, para cancelar la entrevista que tenía prevista para hoy con el ministro de Interior palestino, Abdel Razek Al Ijie, para negociar la retirada de las tropas israelíes de Hebrón. El Gobierno israelí no hizo comentario alguno, sin embargo, sobre la muerte de dos palestinos en Gaza y Cisjordania, respectivamente por fuego del Ejército. Un palestino resultó muerto por disparos de soldados israelíes en la aldea de Deir el Balah, al sur de la Franja de Gaza, al confundirlo con un miliciano, dijo el Ejército. Otro palestino murió en el campo de refugiados de Jenín.