Más de siete muertos en una nueva jornada de violencia en Oriente Medio

Fuerzas israelíes derribaron un casa en Gaza, cerca del asentamiento judío de Doguit donde un activista de Hamas murió en un intercambio de fuego con efectivos del Ejército.

Todavía en la franja, el Ejército arrestó a veintidós palestinos en el control militar de Abu Holi, al sur del territorio autónomo, en el distrito de Jan Yunis, tras cerrar la carretera e inspeccionar decenas de coches. Además, tropas arrestaron a unas veinte personas en Kisan an-Nayar, en el mismo distrito, esta madrugada, tras llamar a los habitantes a salir de su casas con megáfonos.

Según fuentes locales, las tropas también arrasaron campos de cultivo y derribaron postes de electricidad en esa localidad. Mientras, prosigue la misión diplomática de una delegación palestina que estudia en Washington con el jefe de la CIA, George Tenet, cómo resolver el conflicto palestino-israelí. Yaser Arafat estimó que las conversaciones están siendo «muy positivas». No obstante, asegura que no soltará las riendas del poder para convertirse en un gobernante «títere» y ha exigido la retirada israelí como condición para completar las reformas institucionales y convocar elecciones. La CIA de Estados Unidos supervisará el adiestramiento de nuevos agentes de seguridad palestinos que recibirán instrucción de expertos en la materia de Egipto y Jordania.

De otra parte, el Papa volvió a realizar ayer un llamamiento por la paz en Oriente Próximo y ofreció su propia mediación en el conflicto, pidiendo a la comunidad internacional que «que se comprometa con más determinación».