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EFE-JERUSALEN Las nuevas negociaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para poner fin gradualmente a la «intifada» y restablecer el proceso de paz han fracasado, pero las dos partes aseguraban ayer que continuarán la semana próxima. Para alcanzar esos objetivos Israel tendrá que evacuar las zonas palestinas autónomas que invadió para «luchar contra el terrorismo», y los organismos de seguridad del Gobierno de Yaser Arafat tendrán que sofocar y desarmar a las facciones que participan en el alzamiento.

Esta misión reservada a los 30.000 agentes en distintos cuerpos policiales de la ANP, antes de que Israel se retire por completo de todos los territorios que conquistó en la guerra de 1967, despierta una férrea oposición entre los líderes de la resistencia palestina. Algunos prevén graves enfrentamientos si Arafat -como le exigen Israel y EE UU- decidiese que sus organismos de seguridad actúen contra los combatientes del alzamiento como condición previa para reanudar el interrumpido proceso de paz. El líder del movimiento Al Fatah en Cisjordania, Husein a-Shej expresó su oposición porque, en su opinión, ese plan ahondará las divisiones y puede desencadenar una guerra fratricida entre los palestinos.

«Primero que ellos (los israelíes) cesen con la agresión militar y devuelvan los territorios ocupados, y luego depondremos nosotros las armas», dijo en Gaza el fundador y mentor del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), el jeque Ajmed Yasín. El plan israelí, presentado el domingo anterior por el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, al titular del Interior de la ANP, Abdel Rázek al-Iejie, fue aprobado el miércoles por el Gabinete Nacional palestino en Ramala. Las conversaciones, que los israelíes exigen centrar en asuntos de seguridad, constituyen «el principio de un proceso político» que concluirá con la retirada total de Israel de los territorios que los palestinos reivindican para un Estado independiente, según la ANP.

El primer obstáculo, de acuerdo con fuentes de la delegación palestina, es que los israelíes exigen comenzar la evacuación por zonas autónomas de Gaza y se oponen a incluir a la ciudad cisjordana de Belén. El «plan piloto» del ministro Ben Eliezer se denomina «Primero, Gaza», y prevé la transferencia gradual, siempre que -a juicio de Israel- la policía de la ANP pueda tomar el control de Jericó, Belén y Hebrón, según lo trascendido a la prensa local. La supuesta promesa de incluir a la ciudad autónoma de Belén en la primera etapa de la retirada fue formulada por Ben Eliezer después que el primer ministro israelí, Ariel Sharón, rechazara una petición de Al-Iejie para que sea evacuada Ramala, donde reside Arafat.