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A.GRACIA-BUENOS AIRES En un intento por «achicar la transición» en Argentina, según fuentes oficiales, el presidente, Eduardo Duhalde, decidió ayer adelantar en seis meses las elecciones que inicialmente estaban convocadas para septiembre de 2003. Duhalde, que asumió el poder el primero de enero pasado por mandato del Parlamento, en medio de una grave crisis política, económica y social, fijó los próximos comicios para el último domingo de marzo próximo, dijeron fuentes oficiales.

El nuevo jefe de Estado asumirá el poder el 25 de mayo de 2003, en un calendario electoral revisado que incluirá elecciones internas para designar candidatos presidenciales en noviembre de este año. Fuentes presidenciales indicaron que la intención de Duhalde es «achicar la transición» hacia un nuevo Gobierno que ponga soluciones definitivas para superar una crisis que se arrastra desde 1998 y que, a estas alturas, exige soluciones de fondo.

Dirigentes políticos y analistas económicos, dentro y fuera del país, han insistido en que muchos de los problemas que ahora atraviesa Argentina exigen reformas constitucionales que, entre otros asuntos, incluya la reducción del aparato público.

Argentina, además, en sus dos siglos de vida republicana no ha resuelto aún dilemas como la rivalidad entre el Gobierno federal y las provincias, con desavenencias entre uno y otro que han llegado a poner en riesgo vitales decisiones del Estado.

Las fuentes dijeron que Duhalde decidió convocar elecciones anticipadas al considerar que se cumplían dos condiciones: que se aprobara una reforma política en el Congreso y que las negociaciones con los organismos económicos «vayan más o menos bien».