El Ejército israelí ha reconocido que mató ayer, viernes, a tres
niños, dos de ellos hermanos, y un adulto palestinos en un mercado
de Jenín «debido a un error del cuerpo de blindados», según dijo el
portavoz Ron Kitrey.
El portavoz dijo que así se desprende de una primera
investigación del incidente, que ocurrió cuando tanques israelíes
dispararon dos proyectiles contra el zoco mientras la población
efectuaba sus compras. En un comunicado, el portavoz israelí
explicó que una fuerza militar iba por la ciudad buscando de puerta
en puerta un laboratorio de explosivos. Los soldados advirtieron
gran movimiento de personas que, a su juicio, habían violado el
toque de queda impuesto a la población. Al ver que la multitud se
acercaba a los soldados, los tanques dispararon dos proyectiles que
causaron la muerte de dos hermanos palestinos, Jamil Ghazaui, de
doce años, y Ahmed Ghazaui, de seis años, la de una niña de seis,
Sajida Fahmaui, y la de un adulto de 48, Hilal Chita.
Los palestinos dijeron que la gente estaba en el mercado porque
las autoridades militares habían levantado el toque de queda
durante dos horas para que la población pudiera aprovisionarse.
Además, un niño palestino de 13 años murió y cinco miembros de
su familia resultaron heridos ayer al amanecer, después de que los
soldados israelíes hicieran explotar una casa cercana a su
domicilio.
En el paso de Erez, en el norte de la franja de Gaza, tres
palestinos murieron ayer por disparos de los guardias fronterizos,
según testigos presenciales. El primero fue abatido tras haber
atacado a los guardias con una granada y un arma automática,
mientras que otros dos, obreros, fueron abatidos por disparos.
Estos dos obreros, empleados de la zona industrial de Erez, son
Wael Ajour, de 33 años, de la ciudad de Gaza, e Ismail Ishrafi, de
30 años, del campamento de refugiados cercano de Jabaliya, según
fuentes médicas.
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