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WILLIAMS MYERS-KABUL El actual líder de Afganistán, Hamid Karzai, fue proclamado presidente de la nueva administración de transición tras ganar con facilidad la votación celebrada ayer en la Gran Asamblea afgana, la «Loya Jirga». «¡En nombre de Dios!» gritó Karzai desde el podio, arropado por partidarios jubilosos.

«Vosotros, hermanas y hermanos, habéis confiado en mí para encabezar la administración de transición y estaré siempre al servicio del pueblo, de los muyahidín y del Islam», agregó. Hasta los oponentes de Karzai, que se presentó como el candidato del consenso y de la unidad nacional, parecen plenamente dispuestos a que siga gobernando durante dos años más.

Los 1.660 delegados de la «Loya Yirga» con derecho a voto pudieron escoger entre sólo dos candidatos aparte de Karzai, después de que éste pactara con todos los rivales peligrosos para apartarlos de la carrera electoral. En la papeleta que tuvieron que marcar los delegados figuraban, además del de Karzai, sólo los nombres de un hombre relativamente desconocido, el doctor Mir Mohamed Mahfuz, y de una mujer de 35 años, médico de profesión, Masudá Yalal.

De esta manera, Karzai ya tenía la victoria asegurada sin afrontar las consecuencias de la imagen antidemocrática que podría dar una elección con un candidato único al estilo de los Estados totalitarios o de las dictaduras africanas. Al final, Karzai se hizo con 1.295 de los 1.555 votos válidos emitidos.

Un observador del Grupo Internacional para las Crisis, Alex Thier, comentó que «a los delegados les han dado muy pocas opciones hasta ahora» y esto podría hacer que ellos y los que representan no se sientan muy comprometidos con el nuevo Gobierno. «Un delegado de la provincia de Lowgar (al sureste de Kabul) me dijo: 'no vamos a cooperar con este Gobierno'», señaló Thier.