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EFE-NUEVA YORK/RAMALA Los miembros del máximo órgano de decisión de la ONU, que aprobaron el 19 de abril una resolución ordenando su constitución, tienen previsto reunirse la pasada madrugada para tomar una decisión al respecto. El secretario general de la ONU, a quien el rechazo israelí ha colocado en una difícil posición, no fue claro sobre cuál es su recomendación y se limitó a señalar, por un portavoz, que «se inclina» por desmantelar el equipo que formó la semana pasada. Kieran Prendergast, subsecretario general para Asuntos Políticos de la institución internacional, dijo que tras conocer la decisión del Gobierno de Ariel Sharon, Annan había propuesto al Consejo dos opciones: mantener el equipo en Ginebra, donde se encuentra en estos momentos preparándose, o desmantelarlo por completo.

Fuentes diplomáticas interpretaron que Annan está por la segunda opción por considerar que es prácticamente imposible que Israel acepte, en estos momentos y con su actual constitución, al equipo que investigue lo sucedido en el campo de refugiados palestino de Jenín. Tras conocer la noticia, el embajador de Estados Unidos en la ONU, John Negroponte, declinó pronunciarse. Siria, el único país árabe en este momento en el Consejo, estaba a la espera de conocer la actitud de Israel para presentar un proyecto de resolución que los diplomáticos auguran será una fuerte crítica a este país por no cooperar con la ONU.

Desde Ramala, donde se encuentra confinado, el presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, acusó a Israel de pretender «ocultar la masacre» de Jenín, y pidió que el Consejo de Seguridad apruebe sanciones contra el régimen de Tel Aviv. «El Consejo de Seguridad debe reunirse inmediatamente y debe aprobar sanciones internacionales», dijo Arafat. La liberación de Yaser Arafat a cambio de la renuncia a la investigación de lo ocurrido en el campo de refugiados de Jenín, es el acuerdo al que han llegado Estados Unidos e Israel, afirmó Ahmed Abdul Rahman, secretario del gabinete de la ANP. Ahmed aseguró que las palabras de Annan suponen «un shock para todos los palestinos y para todos los que crean en los derechos humanos».

«Es una vergüenza para toda la comunidad internacional y para todos los países que ponen los derechos humanos como parte de su política exterior». Según Abdul, Sharon declaró el lunes «en su reunión con los generales que había aceptado liberar a Arafat después de obtener garantías claras y firmes de que EE UU les ayudaría a reducir el efecto de la comisión de Jenín y así sus crímenes no saldrían a la luz».

28 palestinos salen de la basílica de Belén tras alcanzar un acuerdo con Israel 28 hombres salió ayer de la Basílica de la Natividad de Belén, mientras en Ramala se ultima la entrega de los seis activistas requeridos por Israel como condición para la retirada del Ejército de la ciudad cisjordana y la liberación de Yaser Arafat. De los 28 hombres que abandonaron la Basílica, 27 son civiles y uno es miembro de la policía palestina, informó Salah a-Tamre, jefe de la delegación negociadora palestina. Cada hombre fue acompañado por un fraile franciscano y por el abogado Anthony Salman desde la puerta de la Basílica hasta el puesto del Ejército israelí, donde fueron obligados a levantarse la camisa para mostrar que no llevaban armas. Los hombres fueron trasladados en un autobús del Ejército a la base militar Kfar Ation, al sur de Belén, donde fueron interrogados, a pesar de que Israel dio su visto bueno a la lista de la gente que iba a salir. En el santuario cristiano continúan los cuatro hombres que Israel exige sean entregados y sobre los que se negocia un posible exilio a Grecia o Italia, después de que Israel rechazara que fueran enviados a Gaza como pretendían los palestinos.