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AGENCIAS-PEKÍN/MADRID El Gobierno chino denunció ayer «la ilegal ocupación» de la Embajada de España en Pekín por un grupo de veinticinco norcoreanos que huyeron de su país y desean establecerse en Corea del Sur y dijo que el problema se solucionará aplicando la legislación nacional e internacional. «Pienso que su entrada en la Embajada de España sólo puede ser considerada como un acto ilegal», dijo la portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Zhang Qiyue, en una rueda de prensa celebrada en Pekín. Zhang agregó que en estos momentos su Gobierno «está evaluando la situación» y subrayó que «el asunto de los norcoreanos que buscan asilo político se resolverá según la ley (nacional e internacional)».

La portavoz no quiso dar pistas sobre el estado actual de las negociaciones entre el embajador de España en China, Eugenio Bregolat, y las autoridades chinas, que hasta ahora se mantienen en secreto. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, afirmó ayer que se están registrando «avances significativos» en el diálogo con las autoridades chinas sobre el futuro de los 25 norcoreanos que irrumpieron ayer en la Embajada española. Piqué se mostró confiado en que pueda alcanzarse «en las próximas horas» una solución a esta situación, salida que, en todo caso, deberá «salvaguardar los derechos de las personas afectadas».

Los veinticinco norcoreanos penetraron ayer en la Embajada de España a las 10.00 hora local (03.00 GMT) después de derribar de un empujón al único policía que vigilaba la entrada, cuyas puertas estaban abiertas de par en par. «Son tan escasas las medidas de seguridad en la Embajada de España que incluso una persona puede entrar en la habitación del embajador sin ser detectada», señalaron fuentes policiales. Poco después de derribar al policía los norcoreanos levantaron los brazos en señal de victoria y ocuparon los jardines de la sede diplomática y la residencia del embajador, Eugenio Bregolat.

Nadie se explica todavía cómo estaban apostadas cámaras de televisión y fotógrafos a la entrada de la Embajada de España antes de que el grupo de norcoreanos irrumpiera en el edificio, situado en el barrio residencial de Sanlitun. Los primeros indicios apuntan a que parte de la prensa extranjera acreditada en Pekín había sido avisada de lo que iba a ocurrir, cosa que es frecuente en este país. No se descarta que el doctor alemán Norbert Vollertsen, quien ayer reconoció ante la prensa que ha sido uno de los europeos que ayudó a los norcoreanos a buscar refugio en la embajada, avisara con antelación a algunos medios extranjeros para que filmaran el acontecimiento.

«Eligieron la Embajada de España porque está mucho menos vigilada que la alemana, que se consideró al principio como objetivo», dijo Vollertsen, quien vivió en Corea del Norte y conoce la mano dura y represión del régimen norcoreano, el más aislado del planeta. Por otro lado, representantes diplomáticos de los Quince países de la Unión Europea están negociando con las autoridades chinas las diferentes posibilidades que se plantean respecto al futuro de estas personas, que pasan desde la entrega a China, lo que supondría su deportación a Corea del Norte, hasta su envío a un tercer país, para lo cual se está hablando incluso con Corea del Sur.