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Y. GARCÍA-CARACAS El deterioro político, económico y social de Venezuela ha agudizado el descontento militar, que ayer golpeó de nuevo los cimientos del Gobierno de Hugo Chávez al aparecer en público un tercer oficial en activo que exige su renuncia en menos de dos semanas. El vicealmirante de la Marina y embajador en Grecia, Carlos Molina Tamayo, pidió la inmediata dimisión del presidente Chávez y de su Gobierno, entre otras exigencias, para evitar «un inminente derramamiento de sangre» y una «confrontación civil instigada desde el Ejecutivo».

Este es tercer militar en activo que critica públicamente a Chávez, y se une así al coronel de Aviación Pedro Vicente Soto y el capitán de la Guardia Nacional Pedro Flores, mientras que el teniente coronel de Aviación Hugo Sánchez expresó su apoyo a la «valentía» de Soto, el primero en hacerlo el pasado día 7. En una corta rueda de prensa, el vicealmirante dijo que las «erráticas políticas sociales y económicas» del Gobierno y la actitud «divisionista, violatoria de la Constitución e intervencionista» del mandatario han acrecentado las críticas dentro de la Fuerza Armada Nacional (FAN) con la «revolución bolivariana» que dirige Chávez desde 1999.

Agregó que el descontento castrense «es altísimo» y que su petición obedece a una responsabilidad institucional con Venezuela y no a una insatisfacción personal, pues durante el Gobierno de Chávez fue ascendido y ocupa un cargo diplomático. Molina Tamayo, ingeniero electrónico que fue secretario de Seguridad y Defensa en gobiernos anteriores al de Chávez, acusó al gobernante de dividir al país, aumentar la corrupción, intentar convertir a la FAN en un partido político y no respetar el Estado de Derecho.

Insistió en que Chávez ha intentado «debilitar la capacidad de la FAN, mermando su moral al ponerla al servicio político, intentando crear milicias al estilo cubano». El vicealmirante criticó la actitud «intervencionista» de Chávez en los demás poderes públicos y su intención de «instaurar una tiranía de extrema izquierda».

En la primera reacción oficial, el ministro de la Defensa venezolano, José Vicente Rangel, negó que exista descontento en la FAN, e insistió en que este nuevo caso «no tiene incidencia dentro de la Fuerza Armada, hay absoluta tranquilidad y no preveo que pueda haber un clima distinto». Las autoridades castrenses han creado una comisión de investigación sobre las críticas del coronel Soto y el capitán Flores, mientras que el teniente coronel Sánchez fue citado a declarar ante sus superiores y se espera una decisión sobre su caso. El coronel de Aviación Pedro Soto expresó su apoyo Carlos Molina Tamayo.