TW
0
DELIA MILLÀN-MÚNICH La conferencia de seguridad de Múnich, que reunió durante tres días a responsables y expertos de Defensa de 43 países, concluyó ayer sin dejar claro cuáles serán los próximos pasos de la campaña antiterrorista, y habiendo evidenciado las diferencias que existen sobre ellos entre los aliados. En vísperas de la reunión, sus organizadores indicaron que los enviados estadounidenses tenían «deseos de tratar la cuestión de Irak», lo que dio lugar a especulaciones sobre si Washington iba a utilizar el foro para sondear la disposición de los aliados a apoyar, o al menos tolerar, una operación contra ese país.

El máximo representante del Gobierno de EE UU en el foro, el subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, no mencionó a Irak en su discurso y, al ser preguntado sobre ello en una breve comparecencia ante la prensa, dijo que aún no se ha tomado, ni se tomará por mucho tiempo, una decisión sobre «los próximos pasos» que se han de dar. Pero otros participantes estadounidenses, entre ellos los senadores Jonn McCain (republicano) y Joseph Lieberman (demócrata) indicaron que Irak es un objetivo posible.

«Los dictadores que dan refugio a terroristas y construyen armas de destrucción masiva saben que su comportamiento es en sí mismo un 'casus belli' y a nadie se le puede aplicar mejor tal ultimátum que a Sadam Husein», dijo McCain en un discurso. El ministro alemán de Defensa, Rudolf Scharping, contestó ayer en su intervención que Irak no es un objetivo aceptable y lo mismo dijo el titular italiano, Antonio Martino, en una reunión con periodistas de su país.

El más tajante fue el ministro ruso de Defensa, Serguéi Ivanov, quien, al ser preguntado en rueda de prensa si su país permanecerá en la alianza antiterrorista si Irak se convierte en blanco de las operaciones, dijo: «nunca apoyaremos tal cosa y la mayoría de los europeos harán lo mismo». Previamente, Ivanov rechazó las críticas de EE UU a las relaciones de Rusia con países como Irán, descartó las alegaciones de que el régimen de Teherán apoya al terrorismo y afirmó que Moscú tiene su propia lista de países irresponsables, en referencia a la que tiene Washington y que incluye a Irak.