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El Gobierno de Estados Unidos pidió al Congreso una partida de dinero para comprar suficientes vacunas contra la viruela para inocular a todos sus habitantes, según informó ayer una fuente oficial. El secretario del Servicio de Salud, Tommy Thompson, dijo que confiaba en que el Congreso liberara los fondos para comprar 300 millones de dosis de vacunas contra la viruela. La bacteria del ántrax "que ya se cobró una vida en Estados Unidos" puede tratarse con antibióticos si es diagnosticada en sus etapas tempranas y no es contagiosa; pero el virus de la viruela es muy contagioso de persona a persona y tiene un 33 por ciento de mortalidad. Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, las autoridades estadounidenses han reforzado el alerta por eventuales casos de bioterrorismo. La viruela fue oficialmente erradicada en el mundo en 1979.

Un rebrote presentaría enormes problemas para las autoridades sanitarias, ya que no hay reservas importantes de vacunas y éstas ya no se usan en muchos países. Francia anunció a comienzos de esta semana que iba a volver a producir esta vacuna por el riesgo creciente de bioterrorismo y añadió que el país ya tenía un stock de 5 millones de dosis. El diario ´The Washington Post´ recordó un informe de 1998 de la inteligencia norteamericana que concluyó que probablemente existían reservas clandestinas del virus en Rusia, Irak y Corea del Norte.

Mientras, un total de seis personas han desarrollado carbunco, la enfermedad provocada por el ántrax, pero más de 50 han estado expuestas a la bacteria en EE UU y varios miles más toman medicamentos preventivos. La amenaza del ántrax, que ha provocado una verdadera psicosis entre la población, se extiende por Florida, Washington y Nueva York, y ayer se registraron dos nuevos casos, al confirmarse que un trabajador de la cadena de televisión CBS ha desarrollado ántrax cutáneo y que una empleada de correos de Trenton, en Nueva Jersey, dio positivo en los análisis preliminares. Los bacilos analizados han sido procesados con medios técnicos avanzados, lo que demuestra que quienes hicieron el envío poseen sólidos conocimientos bioquímicos. Afortunadamente, la cepa del bacilo dispersada puede ser tratada con penicilina y otros antibióticos, lo que indica que no ha sido modificada genéticamente o no procede de mutaciones para la guerra bacteriológica.

El Gobierno de EE UU se presentó ayer como un frente unido contra la gran amenaza, ante las denuncias de descoordinación y confusión por parte de las autoridades. Trece días después, el FBI no ha podido proporcionar una explicación de cuál es la fuente de estos ataques. Sin embargo, ha ofrecido una recompensa de hasta un millón de dólares por cualquier pista que lleve a la captura de los responsables de los envíos.

Una familia keniana, primera víctima del ántrax en Àfrica
Los cuatro miembros de una familia de Kenia, que permanecen en tratamiento medico, se han convertido en las primeras víctimas fuera de EE UU de los envíos terroristas de cartas con ántrax, tras recibir una misiva infectada con la mortal bacteria. La carta fue enviada desde la ciudad estadounidense de Atlanta tres días antes de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono y tenía como destinatario a un empresario de la ciudad de Nyeri (centro del país). Análisis de laboratorio confirmaron después que el contenido del sobre dio resultados positivos a las esporas del ántrax, por lo que el empresario y sus familiares están recibiendo tratamiento contra el estafilococo. Otras dos cartas con polvos blancos, franqueadas en Pakistán y dirigidas al centro de las Naciones Unidas en la capital keniana, están siendo examinadas por las autoridades.