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AGENCIAS-N.Y./MADRID Las bolsas de Nueva York cerraron ayer una semana negra con bajas históricas en los principales indicadores, en medio del nerviosismo de los inversores por la situación política y económica de los EE UU tras los atentados terroristas del 11 de septiembre pasado. El promedio Dow Jones de Industriales, el más significativo de Wall Street, bajó hoy 140'40 puntos, o un 1'68 por ciento, hasta los 8.235'81. Con este cierre, el Dow Jones completó la quinta peor semana en su historia en términos porcentuales, al perder un total acumulado del 14'2 por ciento desde el lunes. Esta bajada es la mayor desde marzo de 1931, cuando los EE UU se enfrentaban a la Gran Depresión, y es superada sólo por las bajas de un 15'15 por ciento de agosto de 1932, de un 15'5% de mayo de 1940, de 16'7% de julio de 1933 y de un 24'4% de diciembre de 1914.

En puntos, la caída de la semana del Dow Jones, de 1.369 puntos, es la más grande de su historia. El mercado Nasdaq, donde cotizan las principales empresas de nuevas tecnologías, ordenadores e internet, bajó 47'74 puntos, o un 3'25 por ciento, hasta los 1.423'19, después de que el día anterior descendiera un 3'72 por ciento. Sin embargo, al cierre de la sesión de ayer los indicadores se moderaron y los operadores de Wall Street estallaron en aplausos y vítores, en una clara señal de lo importante que era para ellos volver al parqué. Los expertos aseguran que aún existen muchas incertidumbres respecto a cómo funcionará la economía estadounidense tras los atentados terroristas del 11 de septiembre pasado, y que eso justifica plenamente las mermas. La caída amortiguada de la Bolsa de Nueva York moderó las pérdidas de los parqués europeos en una jornada bursátil caracterizada por un altísimo volumen de negocios y una tremenda volatilidad, en medio del temor de los inversores sobre el futuro de la economía.

En Europa, la semana bursátil acabó ayer con pérdidas que dejan a los principales índices en los mínimos anuales, en una jornada de altibajos caracterizada por momentos de pánico vendedor y la acción de los especuladores. Los parqués europeos acusaron la ausencia de referencias económicas y se agarraron a la certeza de próximas acciones de guerra tras los atentados contra EE UU del pasado día 11 como única motivación para sus operaciones, lo que provocó que en algunos momentos la actividad bursátil se desarrollara con sentimientos de pánico.

El índice general CAC-40 de la Bolsa de París, por ejemplo, llegó a ceder un 7'36 por ciento, hasta los 3.463'07 puntos, antes de que comenzara la sesión en Wall Street. El índice Dax de la Bolsa de Fráncfort, último cierre en Europa, pudo aprovechar la tímida recuperación de los índices neoyorquinos y retrocedió tan sólo un 0'59 por ciento, hasta los 3.787'23 puntos. Londres conseguía también limitar sus pérdidas y acabó la sesión con una bajada del FTSE-100 de 123'2 puntos (el 2'70 por ciento), hasta los 4.433'7 puntos, en una accidentada jornada que incluyó la evacuación del edificio de la bolsa por una falsa amenaza de bomba. Por su parte, la bolsa española cerró ayer con una caída del 3'37 por ciento, que la sitúa en niveles de octubre de 1997. Con el descenso de ayer el índice selectivo del mercado continuo Ibex-35, que acabó en 6.498'40 puntos, ha acumulado una bajada semanal del 5'98 por ciento, en tanto que el índice general de la Bolsa de Madrid ha retrocedido en las últimas cinco sesiones un 5'46 por ciento, hasta 648'57 puntos.