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AGENCIAS - WASHINGTON Los atentados terroristas han mostrado al mundo la falta de eficacia y vulnerabilidad de los servicios de inteligencia americanos, tanto del FBI como de la CIA. Ambos organismos han sido incapaces de prever lo sucedido y aún hoy es el día que se espera una respuesta satisfactoria de lo acontecido. EE UU ha descubierto su vulnerabilidad y la magnitud del horror que pueden causar enemigos sin rostro capaces de saltarse las livianas medidas de seguridad.

Para un país acostumbrado a vivir a distancia las tragedias de la guerra, el atentado de Oklahoma en abril de 1995 fue un mazazo que alertó del peligro de los actos terroristas indiscriminados. Diferentes informes advertían de que el mayor peligro para la seguridad de EE UU no estaban en escenarios como Corea del Norte o Irak, sino dentro mismo del país.

Un general retirado recordó las conclusiones de un reciente informe de una comisión sobre seguridad nacional en el que se indicaba que el centro de la estrategia de seguridad nacional es el propio interior del país. El informe indicaba que EE UU no está lo suficientemente preparado para responder a una situación de crisis interna como la ocurrida el martes.

Otros informes de la dirección general de aviación civil han venido criticando las insuficientes medidas de seguridad en los aeropuertos, sobre todo, en los vuelos nacionales. La respuesta ahora será reformar las actuales medidas, y aumentar los controles de los pasajeros y equipajes, según anunció el secretario de Transportes.