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Los cuarteles militares de Mallorca han redoblado la seguridad de sus instalaciones tras el dramático atentado terrorista perpetrado el pasado martes en EE UU, que ha dejado a su paso miles de muertos. Esta medida de seguridad se adoptó tras conocerse que esta tragedia ha podido ser obra de un grupo terrorista, y aunque todavía no se ha confirmado, todo apunta a que tiene su origen en grupos islámicos radicales.

La isla de Mallorca sigue siendo un punto estratégico básico en la defensa militar, sobre todo para controlar los buques que zarpan del norte de Àfrica y penetran por el Mediterráneo. La Estación de Vigilancia Aérea número 7, que fue construida hace años por los norteamericanos pero que en estos momentos está en manos militares españolas, está situada en la cumbre de la montaña del Puig Major, en Escorca. Según pudo confirmar ayer este periódico de fuentes de toda solvencia, los militares también han redoblado las medidas de seguridad en la base del Puig Major, y permanecen en constante alerta a la espera de que se produzcan nuevos acontecimientos tras este brutal atentado terrorista.

Este aumento de las medidas de seguridad en las instalaciones militares de Escorca apenas se aprecia desde el exterior, porque la entrada de personal no autorizado a esta base está muy controlada. Sin embargo, según señalaron las citadas fuentes, esta instalación sigue siendo prioritaria para los intereses militares de los países aliados de la OTAN, ya que Balears es una de las zonas de Europa más próxima a Àfrica, y se considera un lugar básico para el control del Mediterráneo.

Además de la base del Puig Major también se ha incrementado la seguridad en la base naval de Portopí, en Palma. En estos momentos no hay ningún barco militar norteamericano recalado en la costa de Palma, pero no se descarta que pueda llegar algún buque en los próximos días, siempre y cuando la tensión ante un nuevo atentado terrorista vaya enfriándose. De hecho, para mañana viernes se esperaba la llegada al puerto mallorquín de un portaaviones nuclear norteamericano. Sin embargo, ante los últimos acontecimientos ocurridos, se ha suspendido la llegada de esta nave de guerra a Mallorca.