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Los gobernantes de América Latina, reunidos en la XV Cumbre del Grupo de Río, obtuvieron ayer el compromiso del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de adoptar medidas para calmar las turbulencias financieras en la región. «Todos coincidimos, y así lo expresó el presidente Bush, en la necesidad de encontrar una solución en breve para poder traer tranquilidad a los mercados internacionales», manifestó el presidente chileno, Ricardo Lagos, en la clausura de la Cumbre.

En su calidad de presidente anfitrión de la reunión, Lagos fue el encargado de informar a Bush del contenido de los acuerdos adoptados, en los que figura un llamamiento a la necesidad de reformar el funcionamiento de los organismos financieros internacionales para evitar crisis recurrentes. Tras una «extensa conversación» con el mandatario estadounidense, Lagos señaló que Bush le pidió que transmitiera a los gobernantes de los 19 países latinoamericanos y caribeños reunidos en Santiago que «está siguiendo muy de cerca los acontecimientos en el ámbito internacional».

«La administración (Bush) y el Grupo de los Ocho (los siete países más industrializados y Rusia) comprenden perfectamente la necesidad de mantener los flujos de capital abiertos en los mercados emergentes». El gobernante chileno destacó en su discurso de clausura que la favorable acogida del presidente de EE UU a las demandas de la región «es una buena noticia».