Tres ruandeses, entre ellos un ex ministro de Finanzas, fueron
detenidos ayer en Bélgica, Suiza y Holanda, en cumplimiento de
órdenes del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR),
confirmó en una rueda de prensa en Ginebra la fiscal jefe, Carla
del Ponte. Del Ponte dijo, asimismo, que las autoridades italianas
decidieron no llevar a cabo un cuarto arresto mandado por la Corte.
Los detenidos son el ex ministro de Finanzas de Ruanda Emmanuel
Ndindabahizi, en la ciudad belga de Verviers; el capellán militar
Emmanuel Rukundo, en Ginebra, y el compositor y cantante Simon
Bikindi, en Leiden (Holanda). Los tres están acusados de genocidio,
conspiración para el genocidio y crímenes contra la Humanidad,
explicó la fiscal jefe del TPIR. Del Ponte mostró además su
«sorpresa y estupefacción» por la actitud de las autoridades
italianas, que no cumplieron con sus responsabilidades
internacionales.
El jefe de Investigación del TPIR, Laurent Walpen, explicó que
la respuesta oficial del Gobierno italiano fue «la falta de leyes
internas que les permitan cooperar». Los tres detenidos no tienen
ninguna relación y la única razón para llevar a cabo esta operación
de manera conjunta fue la mayor facilidad logística y el ahorro
económico.
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