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EUROPA PRESS-ESTRASBURGO El pleno del Parlamento Europeo (PE) rechazó ayer el acuerdo alcanzado con el Consejo de Ministros de la UE sobre la Directiva de Ofertas Públicas de Adquisición (OPA), lo que supone un éxito sin precedentes para Alemania, que ha hecho todo lo posible en los últimos meses por acabar con una norma que molestaba a sus grandes compañías.

Según el comisario de Mercado Interior y Fiscalidad, Frits Bolkestein, que se demostró «muy decepcionado», «se desperdician 12 años de trabajo» y se da un importante frenazo para cumplir los objetivos de Lisboa de integración de los mercados financieros en 2005 y convertir en Europa en la economía más competitiva del mundo en 2010. En este sentido, manifestó que «es trágico ver que los intereses generales de Europa pueden verse frustrados por ciertos intereses estrechos de miras» y recordó que todos los Estados estaban a favor del acuerdo alcanzado tras la conciliación, salvo Alemania.

«Alemania "el Estado miembro geográfica y económicamente más grande de Europa" cambió su actitud y me parece que las grandes compañías alemanas que ya estaban en la economía moderna, donde hay un mercado de acciones activo, han dejado de lado esa filosofía económica y han recaído en las reflexiones corporativistas que prevalecían hace años en la UE. Es un gran paso atrás», sentenció el comisario europeo tras la ajetreada votación.

Como la propia Directiva, la votación estuvo rodeada de mucha polémica porque la presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, leyó sobre su monitor un resultado por empate, lo que la obligó a leer el Reglamento de la Cámara, el cual indica que en dicho caso la decisión es rechazada. Para acabar con los nervios de periodistas, portavoces y funcionarios de la cámara, la lista de las votaciones nominales señala un resultado contradictorio: 273 votos a favor, 272 en contra y 22 abstenciones.