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EFE-BELFAST Los intercambios de acusaciones y la intransigencia dominaron ayer las conversaciones de los partidos políticos norirlandeses, mientras Londres anunciaba que enviaba a la provincia más tropas para prevenir nuevos disturbios. Los representantes de los mayores partidos políticos norirlandeses se reunieron ayer en el castillo de Hillsborough, sin conseguir avances en su objetivo de buscar una solución a la crisis del proceso de paz.

Las conversaciones tuvieron como telón de fondo los violentos disturbios callejeros registrados las últimas noches en Belfast, en los que resultaron heridos unos cincuenta policías. Asimismo, unos 1.600 soldados adicionales a los que están estacionados en Irlanda del Norte serán enviados a la provincia en los próximos días como medida preventiva de nuevos disturbios durante la temporada de los desfiles orangistas.

En cuanto a las conversaciones, el ministro principal y líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), David Trimble, acusó a los republicanos de la crisis del proceso de paz ante el incumplimiento del desarme del IRA.