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FRANCE PRESS-SKOPJE El Ejército macedonio puso fin esta semana, de la forma más contundente, a once días de frágil alto el fuego con la decisión de atacar con helicópteros, apoyados en tierra por tanques y morteros, la estratégica localidad de Aracinovo, situada a sólo diez kilómetros de la capital, Skopje, y controlada por cerca de 700 rebeldes albaneses del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Tras esta operación, parece obviamente difícil que se mantengan las conversaciones entre el Gobierno macedonio y los rebeldes para poner a los enfrentamientos armados.

La operación ha puesto punto final a la frágil tregua, que desde su proclamación el pasado 11 de junio con la finalidad de permitir la búsqueda de una solución política había sido razonablemente respetada por las dos partes, exceptuando algunos tiroteos registrados, sobre todo, en los alrededores de Aracinovo.

El ataque comenzó en la madrugada de ayer cuando los helicópteros de combate Mi-24 abrieron fuego contra esta localidad albanesa situada en las primeras colinas a la salida de Skopje y que fue ocupada por ELN, sin necesidad de efectuar un solo disparo, el pasado 8 de junio. Nunca hasta ese momento los rebeldes se habían instalado a tan poca distancia de la capital.