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La economía europea sufrirá este año el impacto de la ralentización del crecimiento económico en Estados Unidos y crecerá un 2'8 por ciento, tres décimas menos de lo previsto hace cinco meses, anunció ayer la Comisión Europea. El crecimiento económico de los Quince, así como de los doce países de la eurozona, tendrá que ajustarse por el «brusco» aterrizaje de la economía estadounidense, aunque podrá crecer un 2'9 por ciento en 2002, advirtió el Ejecutivo comunitario.

Sin embargo, el mensaje que quiso enviar ayer Bruselas es que si Europa sigue su «propia agenda económica» los países de la Unión serán el «punto de referencia» para el mundo desarrollado en los próximos años. La reducción es algo más acentuada en el caso de los doce países del euro -pues la previsión de crecimiento anunciada por Bruselas en noviembre pasado para ellos era del 3'2 por ciento- entre los que destaca el modesto crecimiento pronosticado para Alemania que, con un 2'2 por ciento, es la economía menos dinámica del grupo. «Creemos que el impacto global, aunque negativo, debería ser limitado», afirmó el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, al presentar las nuevas previsiones económicas de primavera de los Quince.

Pero el comisario admitió que el panorama económico mundial ha cambiado «drásticamente» desde que Bruselas anunció sus anteriores previsiones el pasado noviembre y dijo que en estos momentos la «principal preocupación» es el comportamiento económico de los Estados Unidos. Solbes destacó que la desaceleración económica de ese país -para el que la Comisión Europea pronostica un crecimiento del 1'6 por ciento este año y una recuperación hasta el 3 por ciento en 2002- tendrá consecuencias «asimétricas» dentro de la Unión.

Así, tanto Alemania como Irlanda, y en menor medida Italia, sufrirán las consecuencias de tener una mayor dependencia comercial de Estados Unidos, al igual que Suecia y otros países nórdicos, donde repercutirá el bache sufrido en Estados Unidos por las compañías de la «nueva economía». En sus previsiones, la Comisión Europea mantiene que el crecimiento en España alcanzará el 3'2 por ciento, lo que coincide con las previsiones revisadas esta semana por el Gobierno.