Soldados macedonios llegan a la región de Tétovo para enfrentarse a la guerrilla albanesa.

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WILLIAM MYERS-TÉTOVO (MACEDONIA) Helicópteros, carros de combate, vehículos blindados, artillería, morteros y un par de centenares de soldados y policías de élite protagonizaron el asalto a los pueblos donde los alzados en armas se habían hecho fuertes en las últimas dos semanas. «Ahora estamos en guerra de verdad», dijo en Skopje, casi orgulloso, el portavoz del Ministerio del Interior, Stevo Pendarovski, mientras que en Tétovo un albanés se hizo eco del portavoz, pero con otra inflexión, al lamentar: «esto es la guerra, ni más ni menos».

En lo que el Gobierno calificó de sólo las primeras fases de su prometida ofensiva para aniquilar a la guerrilla, todo indica que ha logrado desalojar a los insurgentes de al menos una aldea, la de Gaire, en una ladera a dos kilómetros de Tétovo. Los rebeldes han abandonado otros tres pueblos en la zona, si se confirma la versión oficial.

Hubo al mismo tiempo una operación parecida contra posiciones rebeldes en las montañas a unos 20 kilómetros al norte de Skopje, también al lado de la frontera de Macedonia con Kosovo. El primer ministro, Ljupco Gueorguievski declaró: «todo va según lo previsto».

Fuentes del hospital local informaron de que cuatro civiles, un policía y un soldado habían sido ingresados por heridas recibidas en el desarrollo de la operación, mientras que no se ha informado de las eventuales bajas en las filas de los rebeldes. Desde las seis de la mañana, cuando se inició la ofensiva, hasta las cuatro de la tarde, toda la cuenca en que se halla Tétovo retumbaba con los estampidos de las piezas de artillería, los cañones y los morteros, y columnas de humo se levantaron no sólo de Gaire, sino de varios puntos en las faldas de las montañas de la cordillera de Shar.