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El ex presidente ruso Boris Yeltsin parece que está enfermo de gripe, indicó el Hospital Clínico Central de Moscú, donde ayer fue ingresado de urgencia con fiebre muy alta, aunque algunas filtraciones hablaron abiertamente de neumonía. Los médicos del centro hospitalario y el Kremlin se apresuraron a desmentir esas informaciones, aparecidas en varios medios digitales rusos, según los cuales Yeltsin padecía de neumonía tal y como habrían revelado fuentes anónimas de su entorno.

Ayer por la mañana, el que fue primer presidente de Rusia fue ingresado de urgencia con síntomas de «una infección vírica aguda», informó su jefe de protocolo, Vladímir Shevchenko. «Lo más importante es que el corazón funciona con normalidad y la tensión arterial está dentro de los parámetros habituales», indicó después Shevchenko para desmentir la alarma divulgada entre otros medios por el prestigioso diario digital «Gazeta-ru».

El asesor de Yeltsin explicó que su jefe seguirá un tratamiento médico intensivo en los próximos días y otras fuentes adelantaron que podría ser dado de alta antes del jueves, cuando el ex mandatario cumplirá 70 años. Es precisamente su edad la que ha despertado mayores recelos sobre la nueva recaída de Yeltsin, que tiene el dudoso honor de disponer de un dilatado historial médico.

Yeltsin ha padecido crisis cardíacas, úlceras, bronquitis, hernias discales, neumonías y variadas enfermedades hepáticas y respiratorias. Las hospitalizaciones más serias de Yeltsin han tenido que ver con el sistema circulatorio, con varias operaciones a corazón abierto. La intervención más complicada tuvo lugar en noviembre de 1996, tras dos vueltas electorales separadas por un infarto, por lo que se le practicó cirugía coronaria. En enero de 1997 también fue tratado en esta misma clínica de una neumonía grave.