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EFE - JERUSALÉN El asesinato de dos civiles israelíes ocurrido ayer, martes, cerca de la ciudad palestina de Tulkarem (Cisjordania) puede significar el fin de las intensas negociaciones de paz que Israel y la ANP mantienen en Taba (Egipto) desde hace tres días. Poco después de conocer la muerte de los dos israelíes, el primer ministro israelí, Ehud Barak, ordenó interrumpir «hasta nueva orden» las negociaciones de Taba.

Barak suspendió todos los actos electorales que tenía previstos para la tarde de ayer y se dirigió al Ministerio de Defensa, del que es titular, para seguir los acontecimientos. También ordenó el regreso inmediato a Jerusalén de los tres ministros que forman parte de la delegación, el de Exteriores, Shlomo Ben Ami; el de Transporte, Amnón Lipkin Shahak, y el de Justicia, Yosi Beilin, y en Taba sólo quedó un equipo técnico israelí.

Según se ha informado, Barak mantendrá hoy, miércoles, consultas con su «equipo de la paz» y adoptará la decisión de si deben continuar o no las negociaciones con los palestinos, en las que se trata de llegar a algún tipo de entendimiento o acuerdo-marco antes de las elecciones israelíes del 6 de febrero. Los medios israelíes todavía no han revelado la identidad de las dos víctimas, pero si han dicho que eran dos hombres de unos 25 años, residentes en Tel Aviv, que habían viajado a la zona de Tulkarem (en el noroeste de Cisjordania y muy cerca de la «línea verde») acompañados por un ciudadano árabe-israelí.

Este último señaló que las dos víctimas eran dueños de restaurantes, y que habían viajado a la zona palestina para hacer algunas compras. Después de ello los tres se sentaron a comer en un restaurante en la localidad de Ictaba, a la entrada de Tulkarem, y en ese momento entraron varios encapuchados armados que les sacaron a la fuerza del local. A los dos judíos se les llevaron y les dieron muerte, pero el acompañante se salvó, según dijo posteriormente a las fuerzas israelíes, porque era árabe y no quisieron matarle.