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FRANCE PRESS - CHILE El juez chileno Héctor Carreño recorrió y demarcó ayer el sitio de una supuesta fosa clandestina de presos políticos fusilados la durante la pasada dictadura de Augusto Pinochet, en un paraje rural 40 kilómetros al oeste de Santiago. «Vamos a organizar el trabajo, para decidir luego el momento de la excavación», dijo el magistrado a los periodistas, tras visitar el terreno junto a peritos y agentes de la policía, en un área del área de Cuesta Barriga, en un antiguo camino entre la capital y el puerto de Valparaíso.

La tumba escondería los restos de seis detenidos ejecutados por su afiliación a los partidos izquierdistas, que fueron proscritos apenas las fuerzas armadas derrocaron al mandatario socialista Salvador Allende y el general Pinochet, jefe del Ejército, tomó el poder presidencial.

Mientras, Pinochet, con una querella más en su contra, la numero 205, se presentó ayer a la segunda sesión de los exámenes médicos que se le realizan en el Hospital del Ejército, a la espera de los resultados que según el portavoz de ex mandatario, general retirado Guillermo Garín, pueden llegar a librarle del interrogatorio del próximo lunes en el caso de la 'Caravana de la Muerte' debido a su actual estado de salud y porque intentarán lo que sea para evitarlo.

Por su parte, el abogado de la acusación, Eduardo Contreras, expresó no tener ninguna duda de un posible acuerdo entre el actual Gobierno chileno y el Ejército para salvar a Pinochet.