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EFE - SANTIAGO Con resultados generales y escasos concluyó ayer la entrega de datos recopilados en los últimos seis meses por los militares y las iglesias chilenas sobre el paradero de los más de mil desaparecidos durante la dictadura (1973-90). Según versiones extraoficiales, la información recibida podría referirse a unas 400 víctimas, pero sólo se podrán encontrar los restos de un centenar.

El presidente Ricardo Lagos fue el receptor de la información, la remitirá a los tribunales hoy y el lunes emitirá un mensaje al país sobre el asunto, informó el portavoz del Gobierno, Claudio Huepe. Ayer los representantes de los diversos organismos encargados de reunir los antecedentes concurrieron al palacio presidencial de La Moneda para entrevistarse con el mandatario. Aunque evitaron dar cifras, algunos reconocieron que sólo se conocerá lo sucedido en términos generales, sin ni siquiera determinar el nombre de las víctimas.