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FRANCE PRESS - EL CAIRO La Liga Àrabe expresó ayer de nuevo su pleno respaldo al presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, quien ha aceptado aunque con muchas reservas, sobre los refugiados y el estatuto de Jerusalén, el plan de paz presentado por el presidente estadounidense, Bill Clinton. Arafat, de hecho, mostró ayer su «esperanza» de lograr un compromiso con Israel antes de que Clinton concluya su mandato, el próximo 20 de enero.

Tras mantener una reunión de cuatro horas en presencia de Arafat, el Comité Ministerial de Seguimiento de la Liga, creado tras la cumbre de la organización en El Cairo el pasado octubre, «respaldó por unanimidad la posición palestina, fundada en las constantes árabes sobre Jerusalén y los refugiados», según explicó el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amr Musa.

Arafat comunicó a los delegados de la Liga Àrabe que ha aceptado el plan de Clinton con condiciones. En este sentido, Musa añadió que estas reservas, y en especial la concerniente a la soberanía palestina sobre la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, cuentan con el pleno apoyo de la Liga. «Existe un compromiso del mundo árabe, islámico y cristiano hacia los derechos de los palestinos sobre Jerusalén y hacia los derechos de los refugiados, en especial el de regreso», añadió. El presidente Arafat afirmó, tras la reunión de la Liga Àrabe, que mantiene la «esperanza» de alcanzar un acuerdo con los israelíes antes de que el presidente estadounidense abandone la Casa Blanca. «Esperamos conseguirlo antes de que Clinton termine su mandato, en vista de que ha prometido desplegar todos sus esfuerzos», afirmó.

Por otra parte, El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Slomo Ben Ami, declaró ayer en Berlín que pronto se podría llegar a un acuerdo con los palestinos, incluso antes de que el presidente estadounidense saliente, Bill Clinton, abandone la Casa Blanca. «Ahora debemos multiplicar nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo antes de que Clinton sea sustituido», continuó, añadiendo que si este acuerdo no es garantizado, se podría adoptar «una declaración común de principios», que servirá «de base para un futuro acuerdo».