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M. AZPIAZU - WASHINGTON La decisión del Tribunal Supremo sobre la disputa electoral de Florida tendría que ser definitiva y decidir el próximo presidente de EE UU pero, si gana Al Gore, el republicano George W. Bush está dispuesto a continuar la batalla en otras instancias. Si, al contrario, el Supremo decide dar la razón a Bush, todo parece indicar que, finalmente y tras haber presentado múltiples recursos y apelaciones, Al Gore aceptará la derrota y reconocerá que ha perdido las elecciones.

Esto es, al menos, lo que han indicado sus respectivas campañas ante la vista celebrada ayer en el Supremo y que puede ser el fin del camino para Gore, en caso de derrota de sus tesis. El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Richard Gephardt (Demócrata-Misuri) indicó que, efectivamente, si el Supremo no le da la razón hoy, «Al Gore reconocerá la derrota».

Sin embargo, si el Supremo decidiera retractarse de su posición inicial del sábado -decidió por 5 votos contra 4 la paralización temporal de los recuentos manuales hasta la audiencia de ayer- y concediera a Gore la posibilidad de rehabilitar los recuentos manuales, George W. Bush estaría más reacio a reconocer su derrota, en el caso de que el nuevo escrutinio le perjudicase.

Mientras, un comité de la Cámara de Representantes y otro del Senado de la Legislatura de Florida aprobaron ayer una resolución para designar a los 25 miembros al Colegio Electoral del estado, que votarían por el candidato republicano George W. Bush. Por su parte el Comité de Etica y Elecciones del Senado, minutos después, aprobó también una resolución similar. Se espera que la legislatura en pleno vote hoy las resoluciones, pero podría aplazar la votación a la espera de una decisión del Tribunal Supremo de EE UU sobre un recuento manual de votos de Florida.