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EFE - NACIONES UNIDAS El presidente del Gobierno español, José María Aznar, pidió ayer en la Cumbre del Milenio una reforma «con rigor» de los métodos de trabajo y del derecho de veto del Consejo de Seguridad de la ONU, para impedir que se obstaculice la tarea de esta organización. En su discurso ante la ONU el jefe del Ejecutivo español se preguntó si «queremos un instrumento útil para evitar la guerra, eliminar la pobreza y proteger los derechos humanos, o si estamos por un foro crecientemente hueco y tedioso».

Aznar destacó que «el principio de soberanía es la piedra angular de la sociedad internacional» pero «ese principio no debe servir de barrera tras la que se escuden quienes fomentan o toleran atrocidades masivas». «Son hoy en día las poblaciones civiles, mujeres y niños, las víctimas más numerosas de los conflictos armados, y hay que buscar y definir un entendimiento de las situaciones en las que la reacción internacional no puede quedar obstaculizada por el uso del veto», afirmó.

El presidente español recordó que «la tarea originaria de la ONU era preservar al mundo del flagelo de la guerra» y tras considerar que el Consejo de Seguridad es «una pieza central del sistema que pretende el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales», opinó que es «primordial» la reforma de este órgano. Esa tarea tendría que abordar «con rigor» sus métodos de trabajo y la cuestión del veto porque «nadie puede desconocer que la conciencia ética de la Humanidad ha evolucionado con los años».

En el nuevo fenómeno de la globalización, José María Aznar subrayó la creación de nuevos retos, como la protección del medio ambiente, la lucha contra el crimen transnacional organizado, el logro de una justicia penal internacional y el tratamiento de las enfermedades de alcance universal.