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El ex ministro francés del Interior, Jean-Pierre Chevenement, afirma que «los nacionalistas corsos son ante todo anti-franceses y merecen por ello ser combatidos», en una entrevista que publicaba ayer el diario «Libération».

Chevenement, que dimitió esta semana por su desacuerdo con el plan de autonomía para Córcega que defiende el primer ministro francés, el socialista Lionel Jospin, asegura que el movimiento nacionalista Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC) es Jean Marie Le Pen "el líder del ultraderechista francés Frente Nacional", más el pan de plástico y el revólver». A su juicio, los nacionalistas corsos son «nacionalistas étnicos» para los que «Francia se resume a Vichy (régimen que colaboró con la Alemania nazi) y a las guerras coloniales, pero Francia es también la Revolución, la República, la Resistencia. Eso lo olvidan. Olvidan incluso a Napoleón».

La ministra francesa de Medioambiente, Dominique Voynet, respondió a los ataques del ex titular del Interior afirmando que Chevenement «caricaturiza todo lo que no comprende». Los Verdes, parte integrante del Gobierno francés de coalición de izquierdas junto a socialistas, comunistas y radicales, constituyen un apoyo firme para Jospin en la descentralización del Estado y la cesión de aquí al 2004 de parte del poder legislativo a la isla mediterránea.

El plan de autonomía para Córcega que defiende el primer ministro francés, Lionel Jospin, fue ayer el tema central de las jornadas de verano del Partido Socialista (PS) francés, el Movimiento de los Ciudadanos (MDC) y la Unión por la Democracia Francesa (UDF). El primer secretario del PS francés, Francois Hollande, juzgó «normal» que haya un debate en el seno de la coalición de izquierdas que compone el Gobierno francés, pero rechazó que «ello se transforme en una pelea».