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EFE - AGADIR El líder palestino, Yasir Arafat, y el rey Mohamed VI de Marruecos pidieron ayer a los países árabes que reclamen unánimemente la soberanía palestina sobre Jerusalén, durante la reunión del Comité Al Qods que se celebró en la ciudad marroquí de Agadir.

Mohamed VI, presidente del Comité Al Qods (nombre árabe de Jerusalén), y Arafat coincidieron en señalar también que sólo habrá una paz duradera en Oriente Medio si se resuelve el contencioso de Jerusalén, cuya zona oriental se anexionó Israel en 1967 tras la Guerra de los Seis Días. Arafat recalcó que no cederá un ápice en esta cuestión y que cualquier solución que no prevea la soberanía palestina sobre la ciudad está «condenada al fracaso».

Pidió una posición unificada de los países árabes con la exigencia de que Jerusalén sea la capital del Estado palestino independiente, cuya proclamación unilateral está prevista para el próximo 13 de septiembre. «Cualquier solución que no prevea el regreso de la ciudad santa a la soberanía palestina y árabe y la emancipación de sus habitantes del yugo de la ocupación estará condenada al fracaso y no podrá perdurar», afirmó el líder palestino. Arafat consideró que la soberanía sobre Jerusalén «es el nudo del conflicto» y una de las cuestiones «más espinosas y sensibles», que por su carga espiritual constituye «la clave de la paz y de la guerra» en Oriente Medio. El presidente de la ANP acusó a Israel de querer «la tierra y la paz» sin hacer concesiones y aseguró que los palestinos han hecho toda clase de «sacrificios» para conseguir la paz. Asimismo, atribuyó el fracaso de la reciente cumbre de Camp David (EE UU) a las «posiciones intransigentes» de Israel y a su negativa a cumplir las resoluciones de la ONU.